En este cuadro me situo en frente del paisaje y si empiezo a caminar, puedo atravesar el océano en línea recta , de manera directa. Sin obstáculos.
Esa libertad que siento procede de un trabajo interno en el que reflexiono sobre la transparencia y la necesidad de encontrarme con el mundo sin dobleces, mentiras o escondites.
Al final, la luz, lo convierte todo en verdad y para representar esa “alquimia transformadora”, he añadido metal al óleo de la base.
Amelia García Escoda
Óleo sobre tabla
Dimensión: 190×140
Año: 2021